La injerencia del presidente en la elección

En 2019 un colega de la comunicación me dijo que el nuevo presidente estaba haciendo puras pendejadas. Palabras más o palabras menos, me dijo que todo era un desmadre porque estaba cambiando todo. Unos meses más tarde un familiar político comentó en una reunión que “todo mundo en Pemex” estaba muy enojado con “el Peje” porque llegó con mucha gente nueva. “Pusieron a puros conocidos y cercanos”, se quejaba.

Para llevar la fiesta en paz, no acostumbro a engancharme con polémicas como esas y guardo silencio, sin embargo; a veces, cuando las pocas personas tienen un destello de lucidez y se atreven a pensar que no todos pensamos igual, me preguntan: ¿o tu cómo ves?

A esos pocos conocidos que tuvieron la decencia de pedirme opinión solo les dije: Pues de eso trataba. Ese era el objetivo, cambiar todo, sacar a mucha gente del gobierno, poner en orden lo prioritario y terminar con la simulación y el despojo. El que quiera ganar dinero que se vaya a la IP, trabajar en el gobierno es para dar un servicio público.

Por eso mucha gente voto por el presidente Andrés Manuel y por eso lo siguen viendo como el cabecita de algodón, el viejón, el chingonazo. Y aunque sé pudo haber hecho más, a muchos nos deja muy satisfechos. Sigue siendo el presidente más querido por lo menos en los últimos 50 años. Obviamente, quienes creen que vivíamos en Norega o Dinamarca o que el país comenzó desde cero en 2018, no piensan igual.

Y yo sé que muchos no lo quieren y los entiendo pues sus opiniones las sustentan en información parcial, tergiversada o falsa. Lo digo con conocimiento de causa porque conozco desde dentro al monstruo de la comunicación corporativa. Por eso la oposición quiere silenciarlo, por eso quisieron cancelar sus conferencias y por eso apuestan a la invalidación de las elecciones al acusarlo de influir en las votaciones.

Pero por supuesto que sí. Claro que el presidente influirá en la elección pues, aunque no se encuentre en la boleta, la gente votará por él. No estoy descalificando a Claudia Sheinbaum solo digo que ella tiene muy claro cuál es el proyecto de nación que defienden ambos. Son del mismo movimiento.

Y millones de ciudadanos ya lo entendieron, votarán por la continuidad del proyecto de AMLO y MORENA. Esto ya se volvió en un movimiento social, cívico, e histórico que otros millones aun no alcanzan a comprender. Así como hemos visto pasar varios “ismos” en la historia del país, el Morenismo junto con el Obradorismo, durará muchos años más. Los siento por la reacción y los conservadores, pero hasta que nos cansemos de él, hasta que evolucione o se pervierta, este movimiento seguirá siendo de las mayorías.

Empresarios colocándose

Espero que muchos lo procesen, lo mediten y lo superen. El país no va mal y aunque podría estar mejor, ya se le dio la vuelta a la insana tendencia de corrupción, abuso y saqueo. Lo dicen muchos empresarios, desde los más chingones hasta los pequeños y medianos. Con este gobierno les ha ido mejor y a ninguno la ha ido peor. Si alguien piensa lo contrario, den pruebas o testimonio.

Mientras tanto, los empresarios saben que este es el momento de colocar sus temas en la agenda de la futura presidenta (del fosfo candidato no hablemos) por ello, por ejemplo, el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) presentó a las candidatas a la presidencia de la República de su Agenda Fundamental 2024-2030 para promover la inversión, el crecimiento y la calidad de vida de la población.

Su decálogo o cartita a Santa Claus contiene puntos inobjetables como tener un gobierno eficaz e instituciones democráticas; fortalecimiento de finanzas públicas y estabilidad macroeconómica; Inversión en infraestructura y logística; Sustentabilidad ambiental e hídrica; Innovación, tecnología, talento, capacitación y educación; Estado de derecho y seguridad; así como Profundización y aprovechamiento de la integración internacional (nearshoring). Sin embargo, algo me suena a plan con maña.

El CMN aboga por la Independencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, un Mercado de energía competitivo, tanto en electricidad como en hidrocarburos, además de Salud como derecho y actividad económica. Estos tres puntos me suenan al segundo round de una pelea que perdieron o no pueden ganar por la buena. A muchos nos queda claro que el poder judicial es el abogado de los intereses privados (empresarios) y por eso defienden a la SCJN. Si logran que la próxima presidenta se comprometa con ese punto, querrán volver por sus fueros en materia energética y salud. Creen que, como el viejón ya se va, con el nuevo gobierno podrán negociar, pactar, tranzar. Espero equivocarme, pero eso es lo que veo de estas sugerencias.

No obstante, hay propuestas que me parecen más honestas, directas y plausibles. La Cámara de Comercio e Industria Franco Mexicana, en conjunto con las empresas francesas Veolia, Engie, EDF Renewables y Michelin, ya tienen sus propuestas de políticas públicas a las candidatas a la presidencia para fortalecer la seguridad energética e hídrica en el país. El organismo que preside Xavier de Bellefon, considera que muchas de las compañías francesas con presencia en México pueden aportar a la transición energética del país.

Ellos no simulan y basados en una estrategia de una triple D (Descarbonización, Descentralización y Digitalización) creen que pueden mejorar la situación energética del país. Incluso, ellos piensan que ni siquiera se trata de grandes cambios o reformas a las leyes, pues con una ligera flexibilización de las políticas públicas pueden meterle turbo al sector y a la economía nacional.

Más allá de las fuentes de energía fotovoltaica y eólica, los franceses ponen a disposición de México su experiencia en el desarrollo de otras alternativas, como el hidrógeno verde, la energía geotérmica y la energía nuclear.

Los amigos franceses creen que México sigue en una posición histórica y geográfica envidiable y que el futuro pinta muy bien. Incluso, en la presentación de las propuestas que otro día abordaré a detalle, Xavier de Bellefon nos dio una cátedra de sentido común y razonamiento práctico. Sin caer en la provocación de varios colegas que se empeñan en decir que en México todo va mal, Xavier nos quiso sacar del balde de cangrejos al decir que muchos empresarios y empresas en México están muy satisfechos con este gobierno y que podría estar mejor.

Sinceramente me aburren y hasta me dan pena varios colegas que no pueden disimular su ardor por el hecho de que sus amigos, compinches o patrocinadores, ya no son los que mandan en el país. Los empresarios franceses se los dijeron muy claro y de manera respetuosa, hay espacio para la colaboración y el trabajo conjunto, pero varios colegas no lo quieren oír. ¡Vive la France!

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