Los últimos procesos sindicales señalan una fuerte tendencia de los trabajadores hacia el abstencionismo.
Luego de que se aprobara la reforma laboral en 2019 y que entrara en vigor el Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) la situación laboral en México ha presentado una amplia movilización a favor de la sindicalización independiente; sin embargo, poco se ha hablado de la “no sindicalización”.
Lo cierto es que el nuevo contexto sindical en el país ofrece la oportunidad a los trabajadores de elegir libremente el sindicato al cual afiliarse o bien optar por la vía de no pertenecer a ningún sindicato de considerarse que ello responde a mejores condiciones laborales.
De la misma manera los datos en los últimos procesos sindicales señalan una fuerte tendencia de los trabajadores hacia el abstencionismo, lo cual refleja un descontento hacia las organizaciones gremiales que dicen defender los derechos laborales de los trabajadores en México.
Por ejemplo, este año en Mazda se llevó a cabo un proceso de elección sindical. De los 4 mil 400 trabajadores en la planta de Guanajuato, sólo votaron mil 500, cuyo sufragio además se dividió entre tres organizaciones que competían por la administración del Contrato Colectivo de Trabajo: CATEM, CTM y el independiente “Froylán González”. Esto quiere decir que menos de la mitad de los trabajadores eligieron al sindicato que representará las necesidades laborales de la base sindical.
Un caso similar fue el de Volkswagen que sometió a consulta de toda la base trabajadora el aumento salarial negociado por el sindicato. La primera votación no alcanzó tampoco un número adecuada de sufragios, pues de los casi 7 mil trabajadores, sólo 2 mil 586 expresaron su desacuerdo con el aumento acordado entre la empresa y el sindicato, el 11% global, cuando la base sindical demandaba el 15%.
Por lo que es posible observar que existe un descontento con relación a la forma en cómo se están representando los intereses y las necesidades de los trabajadores, lo cual también abre la vía para que se pueda elegir el camino de la “no sindicalización”, la cual lejos de terminar con los sindicatos ofrece una oportunidad para que las organizaciones gremiales trabajen en garantizar realmente los derechos laborales a fin de mantener a los obreros afiliados.
Fuente: Redacción