- Habla desde el anonimato, extrabajador engañado de Nissan. En su versión de los hechos, Verenice Ruiz es exhibida en toda su vileza.
- Trabajador de Nissan con más de 8 años de experiencia y colaborador cercano de CATEM Aguascalientes, llama al trabajador de la industria automotriz a no caer en la trampa.
Parte 1.
07 de septiembre de 2021. Aguascalientes, Aguascalientes.
Un extrabajador operario de 35 años de edad llamado “Fernando” (para efectos de anonimato de esta entrevista y el temor a las represalias de los liderazgos de CATEM), platicó cerca de una hora sobre su experiencia como miembro de la central fundada por Pedro Haces y cuyo liderazgo en Aguascalientes preside Verenice Ruiz, de 34 años de edad y quien en las últimos meses había mantenido un perfil bajo, luego de fracasar estrepitosamente en el intento de lograr el registro del desaparecido partido político Fuerza Por México, del también exsenador Haces Barba, empresario multimillonario que ha enriquecido su patrimonio gracias a las exorbitantes cuotas sindicales que impone a sus trabajadores representados en las empresas con la mala suerte de tener a CATEM como su sindicato.
A pregunta expresa sobre si las condiciones laborales dentro de Nissan Aguascalientes, empresa en la que laboró 12 años, eran favorables, indicó lo siguiente: “Sí eran justas. Era un ambiente que fue mejorando”, “Me llamaba la atención el sistema y proceso que se maneja, donde se trabaja en secuencia”, lo que hace que el trabajo sea en equipo, añadió.
Fernando señala que su separación de Nissan se originó por haber pertenecido a un movimiento que buscaba el cambio de la dirigencia sindical que ostentaba Gabriel Jasso, pero que dicho movimiento se pervirtió del todo cuando CATEM entró al tema.
Dicho movimiento generado en 2017 contaba con un volumen de 200 personas, de las más de 7 mil que laboraban en las plantas A1 y A2.
En primera instancia se acercó a ellos, la CROM (confederación Regional Obrero Mexicana), pero vieron lo conflictivo que era el sindicato de Jesús Enrique Ramírez Pérez y lo mucho que desatendía a los trabajadores que buscaron otro apoyo.
Meses después, este líder sindical fue encarcelado por portación de arma exclusiva del ejército y violencia doméstica al ser denunciado por su esposa por las constantes golpizas que le propinaba y su carácter violento que lo llevó a pasar una larga temporada en la cárcel.
Posteriormente, Verenice Ruiz, la líder de CATEM en Aguascalientes, insistió mucho en tener una entrevista con ellos, en la que al finalizar la misma, el grupo disidente empezó a colaborar con ella a través de la creación de grupos de WhatsApp, donde la líder llamaba a la desobediencia y el desorden dentro de la empresa.
Fernando subraya que al inicio de las gestiones de Verenice Ruiz, todo iba bien, pero que pronto empezaron a percibir intereses políticos. Indica que el líder que era la mano derecha de Ruiz, de quien se negó a dar su nombre por temor a las represalias, pidió que la gente se uniera con el plan que se orquestaba en la Ciudad de México.
CATEM prometió que, si alguien era despedido dentro de la planta de Nissan, ellos se harían cargo del pago de los salarios, allí apareció un personaje que sería clave en las negociaciones: René Neyra, quien al estar vinculado sentimentalmente a Verenice Ruiz y ser un interlocutor directo de Pedro Haces, desempeñó un papel fundamental en el fracaso de Nissan Aguascalientes.
Neyra prometió salario hasta para 500 familias que fueran despedidas por pertenecer a CATEM. Nunca cumplió. Nunca se les dio un peso a esos extrabajadores.
[En la siguiente parte de este reportaje, presentaremos el testimonio de como Pedro Haces y Vere Ruiz engañaron a todo el estado, con el objeto de hacerse de un botín económico de casi 160 millones de pesos.]
Parte 2
Al ver que los intentos de hacerse de un lugar dentro de Nissan, no se cristalizaron, Verenice Ruiz compitió como candidata a Diputada Local por la organización Fuerza Por México, partido que recibió en el breve tiempo de su existencia (un año), más de 180 millones de pesos.
Fernando refiere que el líder de A1 pedía a trabajadores participar en mítines de Fuerza Por México, donde se les pagaría $200 pesos por asistencia.
La insistencia de Verenice Ruiz, destruyó al movimiento
Fernando refiere que Verenice Ruiz tenía a un operador como líder que dentro organizaba la disidencia, siendo su mano derecha. Señala que el plan se orquestaba desde la Ciudad de México y que este líder les refirió las constantes fricciones entre Verenice Ruiz y Pedro Haces, líder nacional de CATEM, por la incompetencia de Ruiz, a pesar del supuesto enamoramiento del exsenador morenista de ésta.
El sentimiento que priva es el de la desilusión de extrabajadores que se adhirieron a CATEM, quienes no tienen trabajo ni han podido obtener una nueva plaza en alguna empresa del ramo industrial en Aguascalientes.
Las esposas de los excompañeros son quienes han llevado la peor parte, refiere Fernando. Indica también al hecho de que fue un error no haber participado en la elección del actual líder sindical, Mario Arredondo Manríquez, quien mejoró sustancialmente el ambiente laboral dentro de la planta en los poco más de 2 años de gestión al frente del Sindicato Único.
“La dirigente se desaparece para su partido político”, “decía que ahorita no importa el Sindicato” y que ella se desatendió del bloqueo que orquestó CATEM con 50 personas contratadas desde el Estado de México.
La manifestación representó una derrota mayúscula para los seguidores de CATEM, quienes además de no ser contratados en ningún centro de trabajo, enfrentan consecuencias legales. Pedro Haces y Verenice Ruiz los dejaron a su suerte. Los abandonaron. “La gente ya no cree en ella porque está cuidando su empleo”.
“Yo les recomiendo a las personas que están laborando dentro de Nissan, que mejor busquen opciones ya que el sindicato de Nissan está trabajando con su gente, se han visto cambios y el señor Mario Arredondo está en la mejor disposición y ha habido un acercamiento con los trabajadores que no se habían visto”. Finalizó.
Fuente: Redacción