Mary tiene un relajito

Se que muchos (pseudo) mexicanos estarán frotándose las manos para que Donald Trump cumpla su propósito de imponer aranceles de 25% a productos mexicanos a partir del sábado 1 de febrero.

Incluso, estoy seguro de que, en su fuero interno (y otros externo) festejan la declaración de Mary Barra, presidenta y CEO de General Motors (GM) en el sentido de trasladar la producción de México a EU por el temor a los aranceles.

Aunque los mexicanos balín no dicen que GM solo sacaría una parte de la producción de ciertas camionetas, no deja de ser una mala señal que podrían imitar otras armadoras en el país. No obstante, la misma Barra dice que confía en las conversaciones de la presidenta Claudia Sheinbaum con la administración Trump para que no crezca este relajito arancelario. Esperemos que no sea así y que todo siga boyante para todas las partes.

Educar para transformar  

En el Día Internacional de la Educación, Scotiabank, liderado en México por Adrián Otero, nos recuerda que la educación es clave para construir resiliencia económica. A través de su estrategia ScotiaRISE, desde 2021 el banco ha invertido 156 millones de dólares canadienses en más de 300 organizaciones a nivel mundial, apoyando iniciativas educativas que van desde becas para mujeres en STEM hasta talleres para comunidades indígenas y emprendimiento. Estas acciones refuerzan el compromiso del banco con la educación como pilar clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

En México, el impacto es tangible: becas, mantenimiento de escuelas y herramientas para niños y jóvenes que luchan por un futuro mejor a través de 22 fundaciones. La moraleja de todo esto es que, con educación, se construyen no solo vidas, sino también economías más fuertes. Y si algo queda claro aquí, es que invertir en educación no solo es inteligente, sino esencial.

Viaducto pide ayuda

El Viaducto Diamante, esa vía que alguna vez conectó con lujo y eficiencia a la Autopista del Sol con la glamorosa zona Diamante de Acapulco, anda pidiendo ayuda a gritos. Dos años después de ser expropiado, este tramo crucial de la economía local no ha recibido el cariño que merece. Las fallas de mantenimiento no solo son un dolor de cabeza para los automovilistas, sino también un riesgo para la seguridad. 

Mis Amigos Chismosos (MACH) nos dicen que Fibra Orión, bajo la batuta de Rodolfo Campos, la concesionaria legítima del viaducto; ha levantado la mano para ofrecer una rehabilitación integral del tramo. Ahora, la pelota está en la cancha de la Comisión de Infraestructura, Carretera y Aeroportuaria del Estado de Guerrero para arreglar la vía. Con la temporada de lluvias a la vuelta de la esquina, es el momento perfecto para trabajar en equipo y salvar no solo una carretera, sino también la conectividad y el turismo de la región. Gánense el aplauso.

Recientes