De acuerdo a un estudio reciente de las compañías de telefonía móvil, 7 de cada 10 smartphones que se usan en México son de gama baja, es decir, celulares baratos. Son equipos que cuestan entre 900 pesos y 2,500 pesos. Su apuesta es que el diseño sea lo más parecido a teléfonos de gama alta. Intentan adoptar las mismas funciones, pero con una menor capacidad de memoria, procesamiento y duración de batería.
Esta parte del pastel del mercado de los teléfonos celulares en el país ha registrado un crecimiento de 55.2%, mientras que los de gama alta, alcanzan 20.6% de la base de usuarios de estos dispositivos.
Los equipos de gama baja, a pesar de contar con capacidades inferiores de procesamiento, memoria, cámara, conectividad, entre otras, se ajustan a la demanda de los consumidores mexicanos, puesto que permiten el acceso a las características básicas más valoradas como lo son los servicios de mensajería instantánea y redes sociales.
Una de las variables que ha impulsado en mayor grado el crecimiento de las ventas de dispositivos móviles en México, es la entrada de empresas manufactureras que ofrecen dispositivos de gama baja a precios accesibles, señala Fernando Esquivel, analista de The Competitive Intelligence Unit (CIU) en su documento “Mercado de Smartphones en México”.
Cabe mencionar que todo lo que es la maquila, la fabricación del producto como tal, la mayor parte se hace en oriente en China, en Corea, en Hong Kong, donde se hace todo el ensamble. Sin embargo algunos proyectos específicos podrían desarrollarse en el hub de Guadalajara o que se ensamble en México.
