El empresario guanajuatense ve un futuro muy provisorio en el sector inmobiliario en el país.
“Si yo viviera en Marte, vería atractivo a México. No hay dos Méxicos, hay muchos Méxicos y en todos hay oportunidades”, dice Gustavo Tomé, presidente de los Fondos Némesis y Da Vinci y de Fibra Plus.
“Hay un futuro incierto, pero la incertidumbre genera oportunidades (…) hay tareas claves que ya se hicieron”, dice Tomé, un empresario de 40 años, que comenzó a hacer negocios a los 17, una edad en la que la mayoría está escogiendo su carrera.
Nació en Irapuato y estudió Física, la cual “no tiene una aplicación directa en mis negocios, pero me ayudó a no tenerle miedo a sistemas complejos”, explica.
Sus puntos de vista van contracorriente, ve mucho futuro en el sector inmobiliario y está desinvirtiendo de fintech.
“Estamos haciendo la salida en una inversión que hicimos en el 2014. Online lending está saturado. Ser disruptor es muy difícil. Con frecuencia hay copias del modelo. Haces algo y hay 500 que vienen detrás de ti, que se irán comiendo mercado”, afirma en entrevista.
Tomé exuda entusiasmo por el sector inmobiliario. Al respecto dice que “se están generando nuevas oportunidades porque los usos y costumbres de aprovechamiento del real estate están cambiando.
“Antes, un edificio era ocupado completo por una sola empresa; luego pasamos a una situación donde eran dos o tres pisos por empresa, cinco para todo un edificio. Ahora tenemos los modelos de coworking, donde puede haber hasta 50 empresas por piso (…)El crecimiento del comercio electrónico generará muchos cambios. Nuevos usos del espacio”, comenta.
Fibra Plus
Uno de sus más proyectos más recientes es Fibra Plus. “Es el primer fibra de desarrollo inmobiliario. Nosotros levantamos capital para generar valor en el desarrollo del proyecto. Es una fase que genera muchísimo valor, que se complementa con lo que genera el arrendamiento. Nuestro enfoque es de rentabilidad. No queremos hacer edificios icónicos ni tener las mejores esquinas”.
El potencial del sector inmobiliario en los mercados de capital es enorme, asegura: “El valor de los activos de todos los fibras y CKD no debe pasar de los 20 o 25,000 millones de dólares. Esa cantidad es relativamente baja. México da para más, hay oportunidades para inversionistas de diferentes tamaños”.
La entrada a Bolsa, a través de Fibra Plus, fue un paso natural en el desarrollo de su grupo: “La entrada a Bolsa permitió racionalizar la estructura de mis empresas. Nos permitió atraer a otros jugadores, ir más allá de los socios tradicionales que teníamos, amigos cercanos y familia. Encontrar socios institucionales, más grandes, mejor regulados, con mejores gobiernos corporativos y sobre todo más eficiencia”.
Estar en la Bolsa produce incentivos para resolver temas complicados: “La entrada a la BMV nos dio también una estructura de sucesión. Nunca lo he comentado. Cuando murió mi papá, él era socio de sus hermanos, al separarlos se destruyó muchísimo valor. Algo parecido me pasó al separarme de mi hermano. Volvimos a destruir valor. Las empresas que llegan a ser muy grandes, lo consiguen porque se mantienen unidas”.
Gustavo Tomé abunda en el tema de las rupturas, como si fuera una obsesión: “¿Qué pasa cuando los representantes de las estructuras de capital no se ponen de acuerdo? (…) las empresas se empiezan a hacer pedazos. Si inviertes 1,000 millones no tienes la misma capacidad que si inviertes 200 millones, 100 millones o 50 millones. Tienes diferentes grados de potencia, diferente acceso a oportunidades”.
De manera muy concreta describe su organización: “Tenemos una estructura con gobiernos corporativos muy profesionales. Son rígidos en cuanto a principios, pero flexibles en operación, con mucha transparencia. Las cosas se tienen que hacer bien, aunque no esté yo, las cosas deben seguir funcionando”.
Fibra Plus, en análisis para adquirir dos centros comerciales
Fibra Plus adquirió por 78 millones de pesos un edificio de oficinas, de Seguros Monterrey New York Life, en Guadalajara, Jalisco. Está adquisición no viene sola.
El fideicomiso, que preside el empresario Gustavo Tomé, está en proceso de análisis y revisión la compra de dos centros comerciales, uno en Río Verde, San Luis Potosí y otro en Autlán, Jalisco, cuya resolución informará en las próximas semanas.
Arcos, el edificio de oficinas que compró a la aseguradora, se ubica en Jalisco, estado que recibe 17% de la inversión inmobiliaria del país.
El inmueble se pagó en efectivo con recursos del capital levantado, 1,811 millones de pesos, con la oferta pública en la Bolsa Mexicana de Valores. Será el primer activo de Fibra Plus que generará ingresos por rentas en este año, estimando arrendamientos del orden de 14 millones de pesos anuales.
Ahora está en proceso de remodelación para hacerlo rentable, se estima que dure aproximadamente cinco meses. Comprende una área de 7,235 metros cuadrados de construcción, de los cuales 5,824 son área rentable.
El portafolio de propiedades, cinco centros comerciales y cuatro edificios de oficinas, se encuentra en diferentes etapas de desarrollo conforme a los tiempos comprometidos, con una inversión equivalente a 1,322.2 millones de pesos, situado mayormente en la Ciudad de México y Guadalajara.
“Seguimos analizando muchas oportunidades y estas tres son parte de esa segunda ‘cosecha’ de propiedades”, aseguró el presidente del Fideicomiso de Inversión en Bienes Raíces (Fibra).
Vía: http://eleconomista.com.mx