Este año, un 77% de empresas encuestadas del país ibérico planea elevar sus inversiones en Latinoamérica, un aumento respecto del 65% del 2021; nuestro país resalta por el arrastre de la economía estadounidense y el atractivo de su capital para los ejecutivos españoles.
México, por su parte, podría ser la economía más expuesta al cambio de rumbo de la política monetaria de la Fed, pero también la que más se beneficiase del crecimiento que se espera de la economía norteamericana”
Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de economía de IE University
México se ubicó como el país latinoamericano en el que más empresas españolas planean aumentar sus inversiones durante 2022, de acuerdo con el Informe sobre el Panorama de Inversión Española en Iberoamérica, elaborado conjuntamente por Casa de América, LLYC e Iberia.
Después de México se colocaron Perú, Brasil, Chile, Colombia y República Dominicana. El informe no precisa la cantidad de empresas por país.
Al mismo tiempo, y por siete años seguidos ya, la Ciudad de México resultó ser la urbe más atractiva para que las empresas españolas instalen sus operaciones centrales en la región, seguida por Miami, Bogotá y Santiago.
Miami sigue siendo la urbe preferida por los directivos españoles para residir, por delante de Ciudad de Panamá, pese a que ésta se considera una ciudad segura y con una buena calidad para la vida familiar.
Tras un 2019 en el que, a causa del Covid-19, no fue posible desarrollar el Informe sobre el Panorama de Inversión Española en Iberoamérica, ahora se volvieron a presentar los resultados de esta encuesta realizada entre más de 100 directores generales de empresas españolas presentes en la región.
La principal conclusión es que, durante el año en curso, 77% de las empresas encuestadas programan aumentar sus inversiones en la región, un porcentaje superior al de 65% obtenido en 2020, mientras que sólo 20% apuesta por mantenerlas y 3% en reducirlas.
En cuanto a las Pymes, los porcentajes son muy similares: las que aumentarán sus inversiones en 2022 son 79%, frente a 18% que las mantendrán.
“México, por su parte, podría ser la economía más expuesta al cambio de rumbo de la política monetaria de la Fed, pero también la que más se beneficiase del crecimiento que se espera de la economía norteamericana. Tal vez por ello, México vuelve a ser el país en el que más empresas españolas piensan aumentar sus inversiones durante 2022”, comentó Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de economía de IE University.
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En el resto de los países, el número de empresas que tienen previsto incrementar sus inversiones es sólo algo superior a las que mantendrán sus negocios estables este año.
Un comentario particular sobre México lo emitió Víctor Moneo, director de Ventas de Iberia para América Latina: “A pesar de ser 2021 un año convulso, hemos operado en torno a 60% de nuestra capacidad con respecto a 2019 y los mercados con mayor crecimiento han sido México -que actualmente es la metrópoli con el mayor número de frecuencias de todo el continente americano de Iberia-, República Dominicana, Colombia (donde superamos, incluso, la capacidad que ofrecíamos antes de la pandemia) y Argentina”.
En 2022, según Martínez Lázaro, la actividad económica continuará recuperándose en Iberoamérica. Las notables tasas de vacunación y la posible “gripalización” del Covid-19 podrían dar por superada la crisis sanitaria.
Además, los altos precios de las materias primas, que siguen subiendo por la invasión de Rusia a Ucrania, pueden, paradójicamente, mejorar los saldos comerciales y fiscales de la mayoría de las economías de Sudamérica.
Por su parte, la cuenca del Caribe y algunos países de Centroamérica deberían beneficiarse por la recuperación de los flujos turísticos.
Para Martínez Lázaro, no conviene olvidar que hay factores que podrían truncar esa recuperación, como la intensidad y la velocidad de la normalización monetaria en Estados Unidos y la evolución de la guerra en Ucrania.
El año pasado el monto de las exportaciones mexicanas hacia EU rebasó su nivel previo a la pandemia, gracias al impulso de las nuevas reglas de origen del T-MEC y al impacto de los estímulos en ese país para recuperar el consumo.
Fuente: El Economista
