Dos años después del arresto de Carlos Ghosn por presuntas iregularidades financieras, la empresa que pilotó baraja remodelar la mayor alianza automovilística del mundo, desmontando una pieza clave del legado del ex presidente. Según la agencia Bloomberg, Nissan está explorando formas de vender total o parcialmente su 34% de participación en Mitsubishi Motors.
Según la agencia, en el seno de la automotriz preocupa la velocidad de recuperación del mercado posterior a la pandemia, según las fuentes anónimas citadas. Una venta puede ser el primer paso dentro de una evaluación de la alianza a tres bandas que incluye, también, a la francesa Reanult. Las acciones de Nissan subieron un 5% en Tokio.
«No hay planes para cambiar la estructura de la capital con Mitsubishi», dijo Nissan en una declaración. Mitsubishi Motors añadió que no se han producido negociaciones al respecto y que el fabricante de automóviles «continuará colaborando dentro de la alianza». Un representante de Renault se negó a hacer comentarios.
Después de que Ghosn rescatara a Mitsubishi Motors en 2016 con 2.000 millones de euros, Ghosn presumía de la mayor alianza automovilística del mundo, para rivalizar con Toyota o Volkswagen. como el mayor productor mundial de automóviles.
Todo cambió el 19 de noviembre de 2018, cuando Ghosn, junto al antiguo director de Nissan Greg Kelly, fue arrestado en Tokio y acusado de no reportar remuneraciones. Más tarde se presentaron cargos adicionales acusando a Ghosn de de usar los activos de la empresa de forma impropia, lo cual ha negado.
El caos se apoderó de la alianza; directivos leales a Ghosn fueron expulsados en un contexto de resentimiento dentro de Nissan. La empresa nipona, rescatada en su día por Ghosn, está participada en un 43,7% por Renault. Nissa, a su vez, tiene el 15% de la francesa, aunque sin derecho a voto, y el 34% de Mitsubishi Motors.
Fuente: Cinco Días