Los europeos están dejando de comprar la crema de chocolate y avellanas más famosa de Italia, la Nutella. El producto que nunca faltaba en su despensa está bajo sospecha. ¿El culpable? El aceite de palma y su vinculación con el cáncer según los organismos oficiales europeos.
La Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria determinó en mayo con un informe que «el consumo reducido de aceite de palma es peligroso para los niños y un consumo frecuente pone en peligro la salud de todos».
Esto se debe al proceso de refinado al que se somete el aceite de palma para poder obtener una grasa sin sabor ni olor, perfecto para dar textura y conservar. Es entonces, al elevar la temperatura a unos 200 ºC, cuando se forman unos ácidos grasos, que tienen la capacidad de modificar el ADN y causar cáncer.
El panel de expertos sobre los contaminantes de la cadena alimentaria (CONTAM) de EFSA, consideró que “hay suficientes pruebas de que el glicidilo es genotóxico y carcinógeno, por lo que no hemos fijado un nivel mínimo de consumo seguro”, en palabras de su directora, la doctora Hellen Knutsen.
Desde entonces y aunque el informe no mencionaba marcas ni productos concretos, la Nutella se encuentra en el ojo del huracán. 7 cadenas de supermercados italianos, entre ellos Coop, la más importante de Italia, ha retirado de sus estanterías los productos de sus propias marcas que contienen aceite de palma y los ha sustituido por otros aceites.
No han sacado los que contienen aceite de palma de empresas externas «porque sobre los productos que no tienen la marca Coop, la decisión es de la empresa a la que pertenezcan», sentencia el informe corporativo de Coop.
La urgencia que se han dado estas grandes empresas han puesto de relieve la seguridad de la Nutella, una de las instituciones del dulce en Italia, que ahora se mira con recelo por los consumidores que antes la idolatraban. Ferrero, la marca madre, teme perder su favor y ver caer las ventas en picado.
Sin embargo, Nutella nunca ha escondido el uso de aceite de palma entre sus ingredientes. Es más, lo defiende. Desde que la noticia empezó a aparecer en la prensa a mediados del año pasado, la empresa ha tomado una serie de medidas para devolver la confianza al cliente.
En primer lugar, se ha apresurado a informar que su aceite de palma es sostenible y certificado por la RSPO, que asegura la sostenibilidad del mismo. “No contribuye a la deforestación, a la extinción de especies, a las altas emisiones de gases de efecto invernadero ni incumple en su producción ningún derecho humano”, mantienten en su web.
En segundo lugar, afirman que su aceite se somete a una temperatura baja para no dañarlo. Y ha señalado que forma parte del Grupo de Innovación del Aceite de Palma desde noviembre de 2015, que aúna iniciativas para reformar el sector.
Y, por último, ha creado un anuncio para la televisión italiana en la que aparece el director de ventas, Vincenzo Tapella, confirmando la seguridad de la Nutella. Él mismo quiso desmentir que se emplea aceite de palma para abaratar costes, sino porque lo consideran imprescindible e insustituible para lograr la untuosidad y la conservación de la crema.