Los parches para Windows 10 lanzados por Microsoft este agosto parece que están generando más problemas de los que solucionan.
A estas alturas Windows 10 se ha convertido en un Sistema Operativo relativamente estable y confiable que queda a años luz de encarnaciones previas menos amigables y más dañadas.
Pero aún así, los millones de usuarios de PC no se han podido deshacer de un miedo inherente que los persigue mes con mes: el peligro de que este nuevo parche liberado pueda convertir su computadora en un ladrillo.
La mayoría de las ocasiones no sucede nada grave, pero según han comenzado a reportar múltiples usuarios en Reddit, las actualizaciones KB4566782 y KB4565351 estarían provocando fallos serios en sus equipos.
De qué va
Ciclos de reinicio infinitos, congelamientos inesperados y hasta pantallas azules de la muerte. Este par de actualizaciones están fastidiando múltiples PC aparentemente y las cifras solo siguen creciendo.
Lo peor de todo es que esto al parecer ya se veía venir, porque Windows Update daba problemas incluso para instalar ambos parches arrojando múltiples ventanas con mensajes de error al intentar descargar la actualización.
Por lo pronto la solución más práctica e inmediata es desinstalar estos parches o regresar la PC al estado previo desde el menú de arranque a prueba de fallos.
Sobra decir que se vive con mayor calma si se deshabilita la descarga y actualización automática de Windows Update.
Fuente: FayerWayer