¿Por qué las empresas en México no quieren hablar sobre Trump?

No se percibe que la renegociación del Tratado genere un ruido similar a otros hitos económicos, como la reforma energética

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A pesar de las potencialmente adversas consecuencias que podría tener la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, a iniciar el próximo 16 de agosto, entre los analistas financieros existe la percepción de que no hay el ruido que debería de haber, tanto por parte de la iniciativa privada como del gobierno, en proporción a la magnitud del cambio que puede producirse.

«Ha habido tres grandes cambios económicos en la historia reciente de este país: la implementación de las Afores, la independencia del Banco de México y el TLCAN», dijo Edgar Arenas, gerente de Promoción de Estrategias e Inversión de CI Banco por Somoza Musi en entrevista para EconomíaHoy.mx.

«Si asumimos que el TLCAN fue tal vez el mayor punto de coyuntura de la economía en la historia del país, con esta renegociación debería de haber un ruido similar al que hubo cuando se habló de la reforma energética, ahora no vemos esa proactividad y sí nos inquieta», aseguró.

Entre sectores como el automotriz, por ejemplo, se han evitado las declaraciones estridentes o demasiado específicas acerca de los escenarios deseables o los que se quieren evitar.

Por su parte, la Secretaría de Economía ha señalado que se realizan consultas con los sectores productivos involucrados para «dar forma a los objetivos que México perseguirá en la modernización del TLCAN».

Sin embargo; los objetivos aún siguen sin quedar claros para la iniciativa privada.

«Este tipo de cosas, cuando se cierran las puertas se conversan, podríamos entrever que ya el gobierno se sentó a platicar con esos sectores y tal vez los tranquilizó un poco, pero finalmente es una especulación», dijo Arenas.

A menos de un mes de que inicie la primera de siete rondas de negociación, el detalle de lo que México pondrá sobre la mesa se desconoce.

¿A qué se debe el silencio? para Magdalena Barceló, experta en comunicación corporativa, las empresas no producen posturas claras porque la línea que divide a lo político de lo económico es muy difusa al estar cubierta por la sombra de Donald Trump.

«La figura de Trump asusta mucho en México por los inconvenientes que puede llegar a causar si finalmente todo lo que dice y predica termina llevándose a cabo».

El presidente de Estados Unidos tuvo como tema recurrente a México durante su campaña y sus constantes amenazas de levantar un muro, hacer deportaciones masivas de mexicanos o gravar las remesas causaron una volatilidad no vista en muchos años en los mercados financieros que pasó factura a la economía mexicana.

Si bien en las últimas semanas el peso ha tenido una recuperación notable, sobre todo a partir de que el Congreso estadounidense echó para atrás la que quizás fuera una de las más importantes iniciativas de Trump, la reforma sanitaria, 2017 ha sido una montaña rusa para los mercados y para los bolsillos de los mexicanos, que ya han tenido una pérdida del poder adquisitivo de 6.3%, según el último dato de inflación del Inegi.

«Este año nos ha enseñado que la razón en todo el tema político no ocupa el lugar que pensábamos, y la emoción termina ocupando el 90% de lo que hacemos. Estamos sumergidos de repente en un mundo de emociones cuando estamos hablando de economía, de política o de tratados internacionales», dijo Barceló.

En las últimas semanas, la atención hacia México y los temas comerciales han dejado de estar en el ojo del huracán debido a que la administración de Trump ha lidiado con el escándalo sobre la posible colusión con Rusia para la manipulación del resultado electoral.

«Ahora todo está centrado en Rusia. A México le ha hecho mucho bien eso y podría ser un factor favorable para la renegociación del TLCAN. Difícilmente el tema de Rusia podría ser desbancado por la parte de México», dijo Arenas.

Para el economista, es importante que la iniciativa privada ejerza una mayor presión sobre el gobierno para obtener una negociación favorable.

«El peor escenario sería una legislación fiscal que nos dejara en desventaja, como impuestos o aranceles a las exportaciones mexicanas. Creemos que la administración Trump ha perdido mucha credibilidad, no creemos que todas las promesas de sus proyectos fiscales se vayan a realizar; el hecho de que no se den ni la mitad, sería un escenario favorable para México», concluyó.

Vía: http://www.economiahoy.mx

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