El Grupo 8, Grupo M y los empleados contratados después de 2016 podrían enfrentar pérdidas significativas si deciden modificar el preacuerdo con la empresa, incluyendo un impacto en las pensiones y oportunidades de promoción.
El próximo 30 de agosto, los trabajadores de Volkswagen enfrentarán una decisión crucial: aceptar o rechazar el preacuerdo presentado por la empresa. Las implicaciones de esta elección podrían afectar de manera significativa a tres grupos en particular: el Grupo 8, el Grupo M, y aquellos contratados después del 2016.
El Grupo 8, que incluye a empleados cercanos a la jubilación, podría perder un aumento salarial significativo que impactaría directamente en el cálculo de sus pensiones bajo la Ley 73, la cual toma en cuenta los últimos cinco años de sueldo. Por su parte, el Grupo M podría ver frustrada su oportunidad de ascender al Grupo N, perdiendo así beneficios y mejoras laborales.
Por último, los trabajadores contratados después del 2016 continuarían siendo evaluados cada 18 meses, en lugar de cada 9 meses, como algunos de ellos esperan.
Estos son solo algunos de los beneficios que están en juego. Modificar el preacuerdo podría resultar contraproducente para quienes buscan mejores condiciones, ya que es un momento decisivo para definir el futuro laboral de muchos.
