Este tipo de producto se puede encontrar en tianguis hasta en 10 pesos la cajetilla, alertó el Consejo Nacional de la Industria Tabacalera.
Ante la actualización del impuesto que se cobra a los cigarros en México, que a su vez incrementa el precio de éstos, la industria tabacalera prevé que en el año crezca el mercado ilegal de cigarrillos.
Edgar Martínez, presidente del Consejo Nacional de la Industria Tabacalera (Conainta), explicó que la actualización del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) tendrá un efecto directo en el precio de las cajetillas, por lo cual puede que algunos consumidores prefieran comprar en el mercado ilegal, en donde el precio es mucho más barato.
“Los cigarros ilegales son muy baratos. Se pueden encontrar en los tianguis o afuera del metro desde 10 pesos por cajetilla”, aseveró.
Para este año se aprobó una actualización del IEPS al tabaco, por lo que ahora se cobrará 49 centavos por cigarrillo, mientras que hasta el año pasado el gravamen por tabaco era de 35 centavos. Esto representaría un incremento de 42 por ciento.
Por ello, Edgar Martínez explicó que el mercado ilegal podría incrementar en esa misma proporción. Actualmente, la fracción del mercado que representa la ilegalidad asciende a 8.8% de los cigarrillos que se venden en México, una tasa que podría aumentar entre 5 y 6 puntos porcentuales, es decir, hasta 14.8 por ciento.
“El impacto puede ser muy grande. Ya tenemos una terrible experiencia que vivimos en México. En el 2011 hubo un aumento brutal también de impuestos. El IEPS pasó de 4 a 35 centavos. En ese momento el mercado ilícito de cigarros subió de 2 a 17% en cuestión de meses. Fue una migración de la industria legal a los ilegales”, declaró a El Economista.
Aproximadamente, en México el mercado de cigarros oscila entre 34,000 y 36,000 millones de cigarrillos.
El presidente del Conainta refirió que, además de afectar a la industria, el mercado ilegal también deja grandes pérdidas al erario público. De acuerdo con el estimado, el fisco dejaría de percibir alrededor de 5,000 millones de pesos al año.
“Es legítimo que los cigarros paguen impuestos y la industria tabacalera no está en contra de pagarlos, pero se tienen que aplicar de una manera moderada, previsible y progresiva, para no romper el mercado”, apuntó.
Con ello, añadió, se podría evitar esta migración del mercado legal al ilegal, lo cual no sólo provoca pérdidas para la industria tabacalera y los ingresos del gobierno, sino que también tiene un impacto negativo en la salud de sectores vulnerables y alimenta al crimen organizado.
Alerta por alza de precios de otros productos en tienditas
Desde antes de terminar diciembre, las cadenas de proveeduría informaron al pequeño comercio de las actualizaciones que realizarán a los precios a partir de este 2020, señaló la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
“El primero en elevar sus productos fue Bimbo, que aumentó 2 pesos a su línea de pan de caja en todas sus versiones. Marcas como Gamesa, Modelo, Sabritas, Barcel, Nestlé, Lala, Alpura, Marinela y Tía Rosa anunciaron que sus productos tendrían ajustes a partir del 02 de enero del 2020”, refirió Cuauhtémoc Rivera, presidente de Anpec.
Para la Anpec, el incremento del Impuesto Especial a Productos y Servicios, principalmente a gasolinas y diésel, pulverizará el incremento del salario mínimo de los trabajadores, pues el aumento de costos se verá reflejado en el bolsillo de los mexicanos, aseguró el comercio en pequeño.
De acuerdo con la Anpec, el año pasado se presentó el incremento de salario mínimo, pero “la carestía en la que vivimos lo diluyó y resultó insuficiente”. (Con información de Lilia González)
El negocio tabacalero en números:
- 9 de cada 100 cajetillas que se consumen en México son ilegales.
- 8.8% representa el mercado ilegal de cigarros.
- 65.2% del precio de los cigarros legales es el costo promedio de los cigarros ilícitos.
- 57 marcas ilícitas se han encontrado en el país.
- 1.5 pesos cuesta un cigarro ilícito.
- 2.3 pesos cuesta un cigarro legal. Fuente: Secretaría de Salud
Fuente: El Economista
