Las últimas medidas del presidente Trump han desatado temores de una guerra comercial global
El conflicto comercial en curso entre las dos mayores economías del mundo frenará el impulso de la economía estadounidense, empañando una mejora prevista para el crecimiento derivada de los enormes recortes de impuestos aprobados por el Congreso hace solo unos meses, halló un sondeo de Reuters.
Las últimas expectativas en una encuesta entre más de 100 economistas, recopilada del 9 al 17 de abril, sugirieron que las esperanzas de la Casa Blanca de un crecimiento económico sostenido superior a 3%, no se materializarán.
Esto a su vez podría generar futuras previsiones de que los déficits presupuestarios crecerán aún más en los próximos años. El consenso del sondeo de Reuters estimó un crecimiento promedio de 2.8% este año, que se desaceleraría a 2.4% en el 2019.
Las últimas medidas del presidente estadounidense, Donald Trump, para fijar aranceles sobre las importaciones de China han desatado temores a una guerra comercial global y alimentaron oscilaciones bruscas en los mercados en semanas recientes. Casi 90% de los 50 economistas que contestaron una pregunta adicional dijeron que la disputa con China perjudicará a la economía estadounidense.
«Estados Unidos ajusta su política comercial y se aleja cada vez más de las reglas de la Organización Mundial del Comercio. Después de elogiar los recortes de impuestos del presidente Trump, los mercados de acciones están menos encantados por sus amenazas proteccionistas», escribieron los economistas de BNP Paribas en un reporte para los clientes.
También notaron que los prolongados desacuerdos son ahora parte de la atmósfera comercial global. El mes pasado, otra encuesta de Reuters mostró que los aranceles de importación de Trump traerían más problemas que beneficios a la economía de Estados Unidos.
Aun así, el panorama para el crecimiento, la inflación y la política monetaria de la Reserva Federal en el último sondeo en general se mantuvieron sin cambios comparado con uno de marzo, sugiriendo que la disputa comercial ahora contrarresta el buen clima que se había establecido al comienzo del año.
«Los propuestos aranceles estadounidenses sobre las importaciones chinas ciertamente perturbarían las cadenas de valor, que están repartidas internacionalmente. Es bien sabido que las grandes corporaciones tecnológicas y minoristas de Estados Unidos usan trabajo chino relativamente barato para ensamblar sus productos y los análisis del comercio a trazo grueso podrían subestimar el impacto disruptivo», dijo Stefan Koopman, economista de mercado de Rabobank.
«Elevar los aranceles sobre los productos finales e intermedios que son embarcados a Estados Unidos subirá los precios domésticos para los consumidores y productores estadounidenses. Como tal, si esos aranceles entran en vigor, representarían otro impacto para el mercado de acciones y lastimarían la confianza de productores y consumidores».
Fuente: Reuters