El retorno al nivel de actividad económica prepandemia tomará varios años y el Covid-19 provocará una lenta recuperación del mercado laboral de América Latina y el Caribe, de acuerdo con el último informe de la Cepal y la OIT.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, y el director regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Vinícius Pinheiro, presentaron hoy la edición 23 del informe de coyuntura laboral en la región.
De acuerdo con el informe, si se mantuviera una tasa de crecimiento promedio del Producto Interno Bruto (PIB) regional de 3.0%, el nivel de PIB que existía en 2019 se alcanzaría en 2023. Sin embargo, con la tasa promedio mostrada en la última década (1.8%) se alcanzaría apenas en 2025, mientras que con la tasa promedio anotada durante el último sexenio (0.4%) no se podría alcanzar en la próxima década.
El documento destaca que, en 2020, las economías y los mercados laborales de América Latina y el Caribe fueron golpeados por la pandemia del Covid-19 de una manera nunca antes vista, lo cual se tradujo en la mayor contracción de los últimos 100 años con fuertes costos económicos, laborales, sociales y productivos.
En el segundo trimestre del año se estimó la pérdida de aproximadamente 47 millones de empleos en la región con respecto al año anterior y gran parte de las personas que perdieron su trabajo no vieron oportunidades para una pronta reinserción laboral o estuvieron impedidas de buscar empleo por las restricciones a la movilidad y se retiraron de la fuerza laboral.
Las personas que resultaron más afectadas por la crisis sanitaria fueron las que no pueden realizar teletrabajo, como las mujeres, que además de sufrir caídas en el empleo tuvieron que retirarse del mercado laboral para realizar tareas de cuidado y del hogar.
Asimismo, los trabajadores informales (afectados por la prohibición de circulación y la menor capacidad de los hogares de contratar trabajadores); los sectores del comercio, la manufactura, la construcción y los servicios de turismo y entretenimiento; los trabajadores jóvenes y los de menor calificación en general; los empleos de necesidad de proximidad física y las Mipymes.
La pandemia afectó fuertemente el empleo de los jóvenes de entre 15 y 24 años, en especial a los que se incorporan al mercado laboral por primera vez. Según datos de cuatro países de la región, la caída en el empleo fue de -7.8 puntos porcentuales con respecto al segundo trimestre de 2019, mientras que para los mayores de 25 años fue de -7.3 puntos porcentuales.
El aumento en la tasa de desocupación de los jóvenes en el segundo trimestre de 2020 fue mayor que para los adultos (3.4 versus 1.8 puntos porcentuales), a pesar de la mayor caída en la tasa de participación (-8.7 versus -6.8 puntos porcentuales).
Al respecto, la Cepal y la OIT indicaron que se debe promover la inserción laboral de los jóvenes combinando entrenamiento en aula con una etapa posterior de pasantía en empresas con subsidios monetarios, así como servicios de empleo para apoyar la reinserción laboral, programas de formación profesional que faciliten la recalificación o reconversión laboral y aprovechar las tecnologías digitales para potenciar la capacidad de aprendizaje y cerrar las brechas digitales.
Ante la situación que atraviesa la región, los organismos recalcaron que los países requieren políticas macro activas y sectoriales que promuevan el desarrollo sostenible con empleo, complementadas con políticas industriales y tecnológicas para construir capacidades productivas nacionales; aumentar la competitividad, así como otorgar financiamiento y liquidez a micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) con plazos más largos y costos más bajos.
Fuente: LJA Aguascalientes