En los foros de discusión que se realizarán a partir del próximo 2 de junio para discutir la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas, deben incluirse temas como: el pago por horas y los contratos por horas, que si bien están permitidos en la Ley Federal del Trabajo, no son tan flexibles, consideraron especialistas.
Entrevistados por separado Óscar de la Vega, socio de D&M Abogados, expuso que si bien es una tendencia mundial la reducción de la jornada de trabajo, en el caso de México debe tomarse ciertas consideraciones para que impacte de la menor manera a la parte patronal.
“Las empresas que laboral 48 horas, empresas del sector automotriz, maquilas, mineros metal-mecánicos, van a tener que extender las jornadas con tiempo extra, el cual es carísimo, las primeras nueve horas son dobles y a partir de la novena triple, o la otra salida es contratar más personal, lo cual en sí mismo ya tiene un alto costo”, destacó De la Vega.
Por ello, detalló es indispensable que se ponga sobre la mesa la discusión de la contratación por horas, que si bien existe en la LFT, en el artículo 183, también es cierto que no es tan flexible a la hora en la que se establece el salario, pues dice que si contratas a una persona por dos o tres horas, se le debe pagar el total de la jornada.
“Sin duda revisar y analizar la posibilidad de flexibilizar la contratación por hora, contribuirá al establecimiento de una reducción paulatina de la jornada laboral”.
Por su parte, Jorge Sales Boyoli, socio de la firma Sales Boyoli, expuso que es el momento en el que el sector patronal debe ser”muy creativo” para hacer propuestas que permitan avanzar de la menor manera en la discusión de la reforma que lleva más de dos años.
“Las empresas, por supuesto, van a tener un impacto económico con esta reducción. Hay empresas que pueden hacer inversiones importantes en tecnología para tener menos personas. Y cuando decimos tecnología, solemos pensar en grandes compañías de manufactura, pero hay muchas compañías del sector servicio que están considerando invertir en tecnología”, indicó.
Asimismo, Sales Boyoli consideró que “hay otro grupo de personas que están considerando trasladar este costo al consumidor final, en sus productos”.
Otros más, añadió, están pensando en reducir sus ganancias, en bajar el monto de sus utilidades para poder mantener precios y no despedir gente, y “hay un cuarto grupo de personas que lo que están buscando es una mezcla de las tres anteriores”.
A lo anterior, destacó, se suma el hecho “de que el sector empresarial podría decir que si se incrementa la jornada, que se reduzca el precio de las horas extras”.