A México le espera una lenta recuperación de su economía que hará que recupere hasta 2025 el nivel que tenía el PIB antes de la pandemia, vaticinó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).

Aunque la economía registrara un rebote en 2021, la recuperación será muy lenta y tomará al menos 3 años volver al nivel de 2019”, aunque agregó que ello dependerá del desempeño de la actividad en los últimos meses de este año y en 2021.

Durante el lanzamiento del informe anual Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2020 de la CEPAL, Bárcenas dijo también que el plan de infraestructura de casi 300 mil millones de pesos de inversión pública y privada lanzado el lunes es positivo.

E indicó que la economía mexicana se beneficiará del jalón de la economía estadounidense, si bien la recuperación en el vecino país también será más lenta de lo previsto.

La CEPAL mantuvo su previsión de caída de 9% del PIB de México en este 2020, la tercera mayor contracción desde 1900, solo superada por la contracción de 10% en 1914 y de 14.8% en 1932.

Señaló que, pese a cierta recuperación de la actividad en mayo y junio, se estima que al final del año habrá una pérdida neta de 1.2 millones de puestos de trabajo formales, para una tasa de desempleo cercana a 6.3%.

Según el informe, América Latina y el Caribe vive su peor crisis económica en un siglo, con una contracción estimada del PIB regional de -9.1%, que hará retroceder el PIB per cápita a los niveles de 2010, es decir, un retroceso de 10 años con un fuerte aumento en la desigualdad y la pobreza.

Prevé asimismo el cierre de 2.7 millones de empresas formales en la zona este año, y que el desempleo alcance a 44 millones de personas, un incremento de 18 millones respecto del nivel de 2019, el mayor aumento desde la crisis financiera global de 2008-2009.

Dice la CEPAL que la pobreza podría regresar a los mismos niveles observados en 2005, alcanzando a 231 millones de personas, mientras que la pobreza extrema llegaría a los niveles de 1990, al afectar a 96 millones de personas.

Entre sus recomendaciones está la aplicación de políticas macroeconómicas activas que permitan retomar el crecimiento y promover una agenda de transformación estructural.

“Hay que fortalecer los ingresos públicos, mantener las políticas monetarias expansivas convencionales y no convencionales, y fortalecer la macro regulación prudencial junto a la regulación de los flujos de capitales para preservar la estabilidad macrofinanciera en el corto y mediano plazo”.

Específicamente, la CEPAL recomienda a los países de la región aumentar su recaudación tributaria, que actualmente es de 23.1% del PIB en promedio, por debajo del promedio de 34.3% entre los países de la OCDE.

Añadió que, para ello, se debe combatir la evasión y elusión tributaria, que llega al 6.1% del PIB regional, el equivalente a casi 325 mil millones de dólares, consolidar el impuesto a la renta a personas físicas y corporaciones, extender el alcance de los impuestos sobre el patrimonio y la propiedad, y establecer impuestos a la economía digital y correctivos, como los ambientales y relacionados a la salud pública.

En ese sentido, comentó que en el caso de México se han hecho transferencias a 21 millones de mexicanos para mitigar los efectos de la crisis, entre ellas a 10 millones de mujeres, lo que impulsa el consumo. Sin embargo, recomendó expandir la previsión social, en vista de que el país no cuenta con herramientas estabilizadoras como el seguro del desempleo y los apoyos a las MiPymes.

Indicó la CEPAL que, para vincular la política fiscal de corto plazo, relacionada con la emergencia, con el mediano y largo plazo, los países deben orientar el gasto público hacia la reactivación y transformación económica fortaleciendo la inversión pública hacia sectores que fomenten el empleo, la paridad de género, la inclusión social, la transformación productiva y una transición igualitaria hacia la sostenibilidad ambiental.

En materia de fondeo, la CEPAL indicó que 17 países de la región han recibido financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) y 4 cuentan con líneas de crédito flexible de la misma institución que suman 107 mil 130 millones de dólares. En el caso de México, tiene una línea vigente por 61 mil 400 millones de dólares.

Bárcena propuso a los países de América Latina y Caribe unir sus voces para plantear de forma clara y fuerte el acceso al financiamiento internacional concesionado, pues al ser la región considerada de ingreso medio y se dificulta el acceso a esos fondos.

Fuente: Aristegui Noticias

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