SINTTIA se deslinda de Draxton, pero Carlos González insiste en engañar a trabajadores

Empleados molestos por falsas promesas y falta de representación sindical; algunos ya regresan al sindicato con reconocimiento legal en la planta

En la planta Draxton Irapuato continúa el malestar entre los trabajadores luego de que el Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz (SINTTIA) confirmara que no cuenta con un representante oficial dentro de esta empresa. A pesar de esta postura clara, Carlos González —quien en su momento promovió la entrada de SINTTIA a la planta— sigue intentando convencer a los trabajadores de que aún puede representarlos, lo que ha generado indignación entre los empleados.

Carlos González habría hecho múltiples promesas laborales, económicas y de representatividad a nombre de SINTTIA durante el proceso electoral sindical de 2023, que más tarde fue invalidado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Tras la anulación de los resultados, quedó claro que SINTTIA no posee la titularidad del contrato colectivo de trabajo en Draxton, y por tanto, no tiene injerencia legal dentro de la empresa.

Pese a esa realidad, trabajadores denuncian que Carlos González continúa promoviendo la idea de que SINTTIA podría ser una opción viable para los empleados, lo cual ha sido calificado como una forma de engaño. “Ya nos dimos cuenta de que todo fue un fraude. Nos quedamos sin representación por creer en sus palabras”, comentó un trabajador que prefirió mantener el anonimato.

La frustración de quienes lo respaldaron es creciente, pues no solo no obtuvieron los beneficios prometidos, sino que se quedaron sin el respaldo sindical necesario para defender sus derechos laborales. Esta situación ha llevado a muchos de ellos a tomar la decisión de volver a afiliarse al sindicato que sí tiene reconocimiento oficial y presencia legal en Draxton, con el fin de recuperar la estabilidad y las prestaciones que habían perdido.

La situación en la planta pone de relieve la necesidad de información veraz y liderazgos responsables que realmente velen por el bienestar de los trabajadores. Mientras tanto, el regreso al sindicato legítimamente establecido parece ser, para muchos, el primer paso para volver a tener una voz real dentro de la empresa.