Tres millones de euros y tres importantes socios: el gigante Intel Capital, Bullnet Capital y Caixa Capital Risc. Lo más curioso es que todavía no tenían clientes, pero sí una tecnología muy revolucionaria con la que consiguieron convencer a sus actuales socios.
Tardaron tres años en conseguir financiación, pero les mereció la pena la espera y los esfuerzos que invirtieron por el camino. Tres millones de euros y tres importantes socios: el gigante Intel Capital (www.intelcapital. com), Bullnet Capital (www.grupobullnet.com) y Caixa Capital Risc (www.caixacapitalrisc.es). Lo más curioso es que todavía no tenían clientes, pero sí una tecnología muy revolucionaria con la que consiguieron convencer a sus actuales socios. “El origen de Wooptix está en las investigaciones que venía haciendo José Manuel Rodríguez Ramos dentro del departamento de astrofísica de la Universidad de La Laguna (Tenerife)”, recuerda Javier Elizalde, otro de los fundadores junto a Javier Párraga.
“José Manuel es un experto en mirar las estrellas. En sus investigaciones intentaba batir récord en adquisición de información de la luz a nivel de la atmósfera. Poco a poco, fue disminuyendo el tamaño para adquirir esa información. Primero, a través de un telescopio, luego en una cámara de cine hasta llevarlo a un teléfono móvil hace cuatro años. Y fue entonces cuando Párraga y yo nos incorporamos al proyecto para darle una visión más empresarial”.
Una de las aplicaciones en la que se pusieron a trabajar fue en la posibilidad de que las cámaras de los teléfonos móviles, independientemente del modelo, pudieran sacar fotos en 3D. “Hicimos demostraciones en Silicon Valley que consistían en hacer una foto y que la pudieran ver en 3D en el momento”.
La tecnología de Wooptix, llamada Natural3D, “permite no sólo transformar cualquier cámara en una de 3D sino también toda la información que te da un 3D. Por ejemplo, cuando sacas una foto, nuestra tecnología puede reenfocar y elegir en qué plano estará el protagonista de esa foto. Y también te permite tener todos los planos enfocados, tanto los que están delante como detrás. Además, gracias a la información que nos da la luz, podemos medir las distancias a las que se encuentra cada objeto de la cámara. Eso tiene muchas aplicaciones en la medicina. Hicimos una demostración con una neurona, que obtuvimos con un microscopio, y sin necesidad de inyectar luz fluorescente podíamos verla en 360 grados desde el mismo punto de vista, sin tener que mover la célula. Estamos trabajando también con medidores de distancias que empezarán a llevar los coches autónomos. La industria está haciendo los primeros con láser, y eso cuesta mucho dinero. Nosotros los hacemos con una cámara que tiene una gran precisión”, asegura Elizalde, que explica que la inversión la están utilizando para desarrollo.
“Teníamos un prototipo para hacer fotos en 3D con el que tardábamos entre 16 y 30 segundos; lo hemos bajado a 1 segundo”.
Vía: http://www.emprendedores.es