Las negociaciones entre el Sindicato Nacional de Trabajadores, Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana y la empresa Minera Camino Rojo, han estado marcadas por la incertidumbre y el descontento de los trabajadores, quienes buscan la aprobación de un bono extra por productividad.
Las mesas de negociación que comenzaron hace tres semanas han sido un vaivén de propuestas y rechazos, pues inicialmente, la empresa ofreció un bono equivalente a 45 días de salario, oferta que fue rápidamente rechazada por los comisionados sindicales. Un segundo ofrecimiento de 90 días, aunque aceptado por los trabajadores con la condición de pago inmediato, fue nuevamente rechazado por los comisionados con la esperanza de obtener una propuesta mejor.
El lunes 01 de julio, se informó a los trabajadores que una juez había ordenado la realización de una encuesta vía WhatsApp para decidir sobre una nueva propuesta de 120 días. La encuesta, que contó con la participación de 97 trabajadores, mostró un contundente apoyo con 93 votos a favor y solo 4 en contra. Sin embargo, el acuerdo no se firmó el viernes 05 de julio como se había anunciado.
Según los comisionados sindicales, la empresa no se presentó a la audiencia programada para la firma del acuerdo, lo que resultó en una nueva prórroga hasta el martes 09 de julio. Esta situación ha generado desconfianza entre los trabajadores, quienes sospechan que alguien está manipulando las negociaciones. Los comisionados sindicales, Lauro García y Mario Cardona, así como el Secretario del Trabajo, Jaime Pulido, han sido señalados como los responsables del estancamiento en las negociaciones.
El sindicato, en lugar de convocar una asamblea extraordinaria para aclarar la situación, solo realizó una reunión informativa para comunicar la necesidad de la encuesta. Desde entonces, no ha habido más comunicación oficial con los trabajadores, quienes se sienten abandonados y desinformados.
Uno de los trabajadores comentó: “Se nos hace raro porque la empresa no quiere estar mal con sus trabajadores, es por eso que nos preguntamos quién está jugando con nosotros, el sindicato o los mismos comisionados porque el Secretario del Trabajo no nos da la cara, le exigimos respuestas concretas, pero ni nos contestan las llamadas, tampoco los comisionados. Como que ellos están culpando a la juez de que es ella quien da las prórrogas”.
La situación ha exacerbado el malestar entre los trabajadores, quienes recuerdan incidentes similares del año pasado, cuando el sindicato nacional también prolongó las negociaciones, coincidiendo con la revisión del contrato colectivo en septiembre. Los trabajadores temen que este año se repita la misma situación.
A pesar de todo, los trabajadores han manifestado su deseo de aceptar la oferta de 120 días y cerrar la negociación. Sin embargo, la falta de comunicación y transparencia por parte del sindicato y los comisionados sigue siendo un obstáculo significativo.
El 60% de los trabajadores, aproximadamente 100 personas, son habitantes de localidades cercanas como San Tiburcio, Berrendo, La Pardita y San Francisco de los Quijano, lo que añade otra capa de complejidad a la situación. Estos trabajadores, que dependen en gran medida de sus empleos, sienten una profunda frustración por la falta de progreso en las negociaciones.
Esta situación refleja una profunda desconfianza entre los trabajadores y sus representantes sindicales. Los trabajadores demandan una resolución rápida y efectiva para asegurar su bono extra de productividad y poner fin a la incertidumbre que ha marcado las últimas semanas de negociación.