La publicación estadounidense acusa que «con cada mes que pasa, está probando (Trump) de nuevo qué tan lejos de nuestro humanismo fundador pueden ayudarnos sus políticas de «América primero». Y en los últimos dos meses en nuestra frontera sur, hemos visto el resultado».
“¿Qué tipo de país somos?”, cuestiona la revista Time en su editorial de este jueves, a un día de que el presidente Donald Trump firmó la orden ejecutiva que se prohíbe la separación de familias de migrantes ilegales al ser detenidas en la frontera con México.
La portada de Time está compuesta por un fondo rojo y un montaje entre una fotografía del mandatario de Estados Unidos y una niña de no más de 4 años que llora al verlo. La imagen de la menor fue tomada cuando ésta se encontraba frente a una patrulla fronteriza que detuvo al adulto que la llevaba al momento de ingresar ilegalmente por la frontera sur de Estados Unidos. “Bienvenida a Estados Unidos” es la frase que cierra la demoledora edición de esta semana.
“Los ideales de la Ilustración -democracia, humanidad e igualdad- recibieron la voz de los presidentes, desde George Washington hasta Barack Obama”, señala Time, “pero Trump no habla así”.
La publicación estadounidense acusa que “con cada mes que pasa, está probando (Trump) de nuevo qué tan lejos de nuestro humanismo fundador pueden ayudarnos sus políticas de “América primero”. Y en los últimos dos meses en nuestra frontera sur, hemos visto el resultado”.
Tras la ola de críticas a nivel mundial por las acciones “inhumanas” que el gobierno de EU tomó en contra de las niñas y niños migrantes, el pasado miércoles el magnate firmó el decreto que prohibiría la separación de las familias, sin embargo, el cambio de opinión del mandatario no es del todo bueno, pues ahora ha estipulado que las personas que intenten cruzar la frontera ilegalmente no solo serán detenidas juntas, sino quizás de manera indefinida, dejando así un vacío preocupante en el camino que pueda tomar la política migratoria de Estados Unidos.
Ante las terribles imágenes publicadas los últimos días en las que se ve a los menores migrantes encerrados en jaulas, solos y llorando, la comunidad estadounidense se unió para exigir a Trump revocar las acciones emprendidas tras el decreto de la política de “cero tolerancia” anunciada por el Fiscal General, Jeff Sessions el pasado 6 de abril.
A los estadounidenses se sumó la sociedad civil e incluso la ONU, quien acusó a la administración Trump de vulnerar los derechos humanos y los derechos de los niños. Estas acusaciones llevaron a Washington a cerrarse ante las criticas, defender su política e incluso a abandonar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Pese a todo, para el presidente Trump, los responsables de la crisis humanitaria en la frontera es responsabilidad tanto de los demócratas como de México.
Trump ha señalado desde el inicio que la negativa del Partido Demócrata a votar a favor de las reformas migratorias de los republicanos es un factor fundamental para las acciones que su gobierno ha tenido que implementar. Sin embargo los demócratas, en realidad, se han negado a firmar un contenido en el que incluso se contempla la construcción del muro.
Mientras que para Trump, México es el responsable del flujo migratorio que va a Estados Unidos debido a que “pese a tener leyes migratorias muy buenas, no hacen nada por ayudar a Estados Unidos”.
“En los primeros días de la administración Trump, el Departamento de Estado se movió para dejar caer dos palabras -justo y democrático- de la lista de cualidades que Estados Unidos buscaba promover más allá de sus fronteras”, aseveró Time.
