El equipo encabezado por Antonio Lazcano propuso al medicamento Sofosbuvir, utilizado contra la hepatitis C, como tratamiento contra la enfermedad provocada por la nueva cepa del coronavirus.
El medicamento Sofosbuvir, utilizado comúnmente para la hepatitis C, podría servir para la enfermedad Covid-19, causada por el coronavirus SARS-CoV-2. Es el primer grupo mexicano que propone un tratamiento y el hallazgo fue considerado para su publicación en la revista Nature Scientific Reports.
El Sofosbuvir es un inhibidor nucleótido de la polimerasa de HCV NS5B, en entrevista, el Doctor Antonio Lazcano Araujo, coautor de la publicación, explica que moléculas como éstas lo que intentan es inhabilitar la actividad de las polimerasas (encimas o proteínas que ayudan a replicar los ácidos nucleicos RNA o DNA), una manera es cambiar las condiciones en las que está funcionando el sistema, por ejemplo, haciéndolo muy ácido, elevando la temperatura o bien poniendo una molécula que engañe a la polimerasa. Al ponerle esto encima, literalmente se traba y “con esto el virus deja de multiplicarse”.
Esta técnica es muy conocida, se usa por ejemplo para matar células cancerosas, el problema es encontrar moléculas que no sean tóxicas para el paciente, o bien que el sistema bioquímico (virus o célula cancerosa) desarrolle evolutivamente un mecanismo para obviar la trampa, este es un problema darwinista.
El investigador hizo hincapié en que la ventaja de esta molécula es que ya está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por su sigla en inglés), pues se utiliza para tratar la hepatitis C con resultados “espléndidos” y con muy poca posibilidad de que el virus desarrolle resistencia.
“Se probaron otras sustancias, pero esta era la que embonaba perfectamente para ‘engañar’ a la polimerasa. Entendemos muy bien la estructura de la molécula, la conocemos muy bien y sencillamente lo que hicimos fue utilizarla (… ) Esto nos dio mucho gusto, pero lo que me dio más gusto es que cuando el artículo ya estaba en revisión, nos dimos cuenta que otros colegas en el mundo, al menos tres grupos más, con metodologías distintas, dicen esencialmente lo mismo, esto quiere decir que cuatro grupos con distintas premisas, incluso unos experimentales, estamos llegando a la misma conclusión y eso es muy alentador”, dijo Lazcano.
Ahora dependerá de la comunidad clínica y médica que pueda llegar a los pacientes, pues se sabe que antes de tener un medicamento aprobado para cada enfermedad, debe pasar por fases y ensayos.
Ciencia mexicana
Este trabajo de investigación surge del Laboratorio de Origen de la Vida de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde investigadores encabezados por Lazcano se han dedicado por más de 30 años a trabajar con RNA y polimerasas, incluso este artículo se desprende de la tesis doctoral de Rodrigo Jácome, ahora miembro del laboratorio. “Esta investigación fue una consecuencia natural de nuestro trabajo”.
El argumento para fijar su atención en Sofosbuvir fue de tipo evolutivo, porque en el laboratorio ya habían demostrado que todas las polimerasas tienen un origen común. “Con cálculos en computadora nos dimos cuenta de que esta era especialmente buena”.
Lazcano, miembro de El Colegio Nacional es enfático en que “este ejercicio de investigación demuestra que las instituciones públicas y universidades mexicanas tienen la capacidad para hacer propuestas muy específicas y enfrentar problemas tan graves como la Covid-19”. Recaló que este trabajo se hizo sin apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología u otro organismo externo.
Ahora incluso ya se piensa en el estudio de otra molécula que es la que corrige los errores de la polimerasa, “nos dimos cuenta de que ningún otro grupo se había interesado en ella como un blanco terapéutico y estamos trabajándolo”, dijo.
El doctor Lazcano abrió la invitación a la investigación, pues asegura que es tan severo el problema que mientras más personas entren a trabajar en el asunto mayores probabilidades de éxito se tendrán. Hoy su laboratorio está reorientado en encontrar soluciones enfocadas en esta pandemia.
La publicación se puede consultar en: https://www.nature.com/articles/s41598-020-66440-9#citeas
Los otros coautores del artículo son: Rodrigo Jácome, José Alberto Campillo-Balderas, Arturo Becerra y Samuel Ponce de León.
Fuente: El Economista