Jue, Abr 25, 2024

Además de que la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, que está en construcción, es una carga para el gasto de capital de Petróleos Mexicanos (Pemex), limitará las exportaciones de la empresa productiva del Estado y con ello, sus ingresos en dólares serán menores, lo que aumenta las presiones financieras de la compañía, advirtió la agencia calificadora Moody’s Investors Service.

En un documento, explicó que, dada una amplia capacidad de refinación, tanto a nivel mundial, como en América del Norte, y las presiones de demanda adicionales a mediano plazo provocadas por la pandemia de coronavirus, es probable que los rendimientos económicos de esta inversión sean bajos.

Moody`s indicó que la refinería de Dos Bocas tiene dudosos retornos de inversión y riesgos de sobrecostos, aunque el objetivo de la política gubernamental es que se mejore el desempeño de las operaciones en las refinerías existentes para hacer que México sea más autosuficiente en productos refinados.

Detalló que si se completa la nueva refinería y la capacidad operativa de las refinerías existentes aumenta según lo planeado, agregará exposición a un margen más bajo de producción de combustible, reducirá las exportaciones de crudo y, por tanto, su generación de ingresos en dólares estadunidenses, lo que aumentará su riesgo crediticio.

Sobrecostos, riesgo a corto plazo

Sin embargo, la agencia apuntó que los desafíos más a corto plazo son los riesgos de sobrecostos y retrasos en la finalización de la nueva refinería, pues el gobierno federal cree que el proyecto debería costar 8 mil millones y no tomar más de tres años en completarse, pero Moody’s estimó que el proyecto podría terminar costando más de 10 mil millones.

Incluso, abundó la calificadora, 12 mil millones de dólares son estimados por las licitaciones proporcionadas por constructoras internacionales, dado el conocimiento limitado del gobierno y de Pemex en la construcción de refinerías; además, se sabe que la construcción de nuevas refinerías o ampliaciones importantes en los últimos años han experimentado retrasos, sobrecostos y algunas incluso no se han completado.

En este contexto, Moody’s consideró que este proyecto supone una carga para los recursos de gestión de la empresa productiva del Estado y, en última instancia, requerirá más apoyo del gobierno federal para financiar la inversión de capital, pues éste ha expresado su intención de financiar la nueva refinería a través de aportes de capital, como se demostró en 2020 y 2021.

Fuente: Milenio

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