La perspectiva de recuperación del sector aún es incierta, por lo que la volatilidad continuará en el precio de las acciones de los aeropuertos.
Los grupos aeroportuarios que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) han sufrido un verdadero colapso a causa de los efectos económicos que se anticipan a raíz del brote del coronavirus.
Por las restricciones a la movilidad ya suman pérdidas por más de 147,000 millones de pesos en la Bolsa Mexicana de Valores desde el pasado 21 de febrero.
Esta crisis sanitaria ha llevado a los gobiernos a imponer drásticas restricciones a fin de minimizar la propagación del virus, como lo ha sido la reducción de los viajes o turismo, lo cual ha provocado que una gran parte del tráfico aéreo comercial se ha detenido.
Incluso las cifras evidencian el daño que ha causado el Covid-19 entre los operadores de aeropuertos en México, pues el tráfico de pasajeros cerró con una caída de 32.6% en marzo, en promedio para el sector, esto al compararse con igual mes pero del 2019.
Según el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por su sigla en inglés), el tráfico de pasajeros disminuirá en 38.1% a tasa anual, este panorama, junto con la cancelación de vuelos, conducirá a la reducción de ingresos para los aeropuertos.
De hecho, se espera que la recuperación se dé más rápido en el mercado nacional de pasajeros que en el internacional, toda vez que el mes pasado los internacionales registraron una contracción de 40.4 por ciento.
Turbulencias
En México, Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA) y Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) han tenido un turbulento aterrizaje en Bolsa.
OMA, el operador de 13 terminales aéreas, incluido el de Monterrey, ha tenido el peor desempeño de mercado. Sus acciones se han hundido 52.98% desde el 21 de febrero, desde que se conoció el primer caso del Covid-19 en México, a la fecha.
Sus pares GAP, con 12 aeropuertos en operación en México, y Asur, que tiene nueve terminales aéreas mexicanas en concesión, han experimentado un ruidoso descenso que los ha llevado a acumular pérdidas de 49.35 y 41.94%, respectivamente, en el precio de sus títulos en dicho periodo.
Incertidumbre
Expertos en la industria del transporte aéreo concuerdan en que es incierto el tiempo que podría durar esta crisis sanitaria por el Covid-19, aunque estiman que la recuperación para alcanzar los niveles de tráfico anteriores a la actual crisis puede llevarles entre un año y 18 meses.
“El sector de aeropuertos es uno de los más afectados actualmente y se ha visto reflejado en la caída en el tráfico de pasajeros que en marzo ha sido muy profunda, por lo que estimamos que en el segundo trimestre del año, y sobre todo en abril, la contracción sea todavía mayor”, opinó Brian Rodríguez, analista de Monex Grupo Financiero .
Consideró que la elevada volatilidad en las acciones de GAP, OMA y Asur seguirá, en la medida en que no haya claridad en la duración de la pandemia.
Por ello, dijo el analista, es complicado cuantificar el impacto en los resultados operativos de los grupos aeroportuarios, por lo que aún puede seguir el castigo en el mercado.
“Los aeropuertos son empresas a largo plazo y de alta calidad que a menudo enfrentan poco riesgo de competencia de otros aeropuertos e infraestructura. Durante caídas de precios como la más reciente, éstos son los tipos de negocios para acumular por los precios bajos porque el brote de virus y la caída en el volumen de viajes serán temporales”, escribió en un artículo Tariq Dennison, que dirige GFM Asset Management, firma de asesoría de inversiones registrada en Estados Unidos y en Hong Kong.
S&P Global Ratings espera que la pandemia del Covid-19 tenga un impacto global sin precedentes en la industria aeroportuaria, incluso en comparación con previas pandemias o eventos epidémicos, como el del virus H1N1 en el 2009 o el SARS en el 2003.
Por lo anterior espera una caída generalizada en el tráfico de pasajeros del orden de 30% en el 2020, con una recuperación gradual hacia el 2022 y el 2023.
Buscan seguir siendo eficientes
Fuertes nubarrones para las aerolíneas mexicanas
Las líneas aéreas mundiales están atravesando tiempos difíciles tras el inesperado brote del Covid-19.
En México, las aerolíneas nacionales Aeroméxico y Volaris enfrentan presiones por la reducción de sus ingresos y rentabilidad, ante la menor actividad de viajes.
En medio de estos vendavales, han sufrido el castigo del mercado, lo que las ha llevado a perder en conjunto 19,622 millones de pesos en la Bolsa Mexicana de Valores.
Volaris ha sido la más golpeada, con una caída cercana a 62% en el precio de sus acciones, mientras que su competidor Aeroméxico acumula una caída de 43.4% en su cotización, esto desde el 21 de febrero, cuando inició el brote en el país, y hasta la fecha.
“Las aerolíneas están entre las emisoras más riesgosas, ya que muchas no son propietarias de sus aviones, enfrentan una fuerte competencia que reduce lo que pueden cobrar por el lado de los ingresos y, a menudo, permanecen totalmente expuestos a costos laborales, financieros, petroleros y demás”, señaló en un artículo, Tariq Dennison, que dirige GFM Asset Management, una firma de asesoría de inversiones registrada en Estados Unidos y en Hong Kong.
Brian Rodríguez, analista de Grupo Financiero Monex, opinó que Aeroméxico resulta la más afectada en este contexto derivado de los efectos de la pandemia del coronavirus que ha impactado en el tráfico de pasajeros. Resulta la más impactada porque opera más rutas internacionales, hacia Europa y Asia, que Volaris.
En marzo, el tráfico total de pasajeros reportado por Aeroméxico se contrajo 41.5 por ciento. A nivel nacional, la caída fue de 35.9% y a escala internacional la pérdida fue de 51.4 por ciento. Mientras que en la demanda pasajeros-kilómetro fue de -43.4 por ciento.
Por su parte, Volaris redujo desde el 24 de marzo y hasta el cierre de abril la capacidad, medida en términos de asientos por milla disponibles, en aproximadamente 50% del total de sus operaciones, aunque para este mes se ajustó a 80 por ciento.
A pesar de los efectos del coronavirus, “la situación financiera de Volaris sigue siendo privilegiada. En su último reporte tenían una posición en efectivo y equivalente a 7,980 millones de pesos, cantidad suficiente para cubrir su deuda financiera a corto y largo plazos que suma 4,976 millones de pesos”, opinó Alejandro González, analista en Intercam Casa de Bolsa.
Agregó que considerando sólo la caja no restringida, puede cubrir los gastos operativos durante aproximadamente tres meses sin necesidad de hacer ajustes al plan original.
Para el analista de Monex, una ventaja es su participación en vuelos nacionales, que representan 80% del total de su tráfico de pasajeros.
Para la calificadora HR Ratings, la industria de las aerolíneas es vulnerable a las medidas adoptadas para evitar la propagación del virus, lo que se refleja en una caída en la demanda de boletos y vuelos y presiones en el factor de ocupación tanto en rutas nacionales como internacionales de manera generalizada.
Incluso se estima que el factor de ocupación puede alcanzar niveles inferiores a 20%, contra un promedio superior a 80% en la industria al cierre de febrero del 2020.
El panorama parece todavía más nublado al considerar que la depreciación del tipo de cambio peso-dólar presionaría los costos de la turbosina, que llegan a representar 33% de los costos totales en promedio de las aerolíneas, aunque se espera que la caída en el precio internacional del petróleo mitigue parcialmente el efecto cambiario.
Lo anterior pudiera llevar a un efecto neto de -11% en costos, representando aproximadamente 25% del costo total.
Fuente: El Economista