“Tal parece que el gobierno ha olvidado al sector más importante como es el campo y con ello a la industria de la masa y la tortilla”, expresó Juan Carlos Dávila, presidente del Consejo de Administración de la Gran Alianza de la Masa y la Tortilla.

Este año, de un millón 350 mil hectáreas que en gran parte se destinaban a la producción de frijol y maíz en Zacatecas, sólo se pudo sembrar un 30 por ciento debido a la sequía, lo que ha orillado a comprar el insumo en estados como Sinaloa, Jalisco y Guanajuato, donde es posible obtener la tonelada de maíz en cerca de seis mil pesos.

Aseveró que se necesitan alternativas inmediatas para revertir la situación que enfrentan diversos municipios de Zacatecas, especialmente con el tema de la sequía “aunque parece que la prioridad del gobierno hoy son las cuestiones electorales”.

El titular de la organización que representa a tres mil 200 establecimientos a nivel nacional, de los cuales 600 se ubican en Zacatecas, mencionó que la falta de lluvias vino a agravar la crisis alimentaria y económica de las familias, lo que repercute en las ventas de sectores como el de la industria de la masa y la tortilla.

Cayó el consumo

Informó que, en el último año, el consumo per cápita de tortilla disminuyó hasta en un 60 por ciento: “Estamos viviendo condiciones muy precarias económicamente, más en zonas rurales y zonas marginadas, en donde la gente no tiene ni para un kilo de tortilla”.

Afirmó que, ante la necesidad de la población, la postura de la Alianza es no incrementar el precio de tortilla. Actualmente el precio oscila entre los 22 y los 24 pesos en la mayoría de las tortillerías ubicadas en Zacatecas.

Destacó que las tortillerías, a pesar de ser negocios esenciales para el consumo básico de las familias, no reciben apoyos ni económicos, ni fiscales, ni laborales, que permitan hacer frente al pago de salarios, e insumos como el de la energía eléctrica.

Indicó que ya se están comenzando con las gestiones correspondientes para adquirir paneles solares para las tortillerías y con ello “amortiguar” los elevados costos del servicio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Otro factor en contra es la proliferación de la venta de “tortilla sintética” que se vende en tiendas y que está adicionada con conservadores que pueden afectar la salud y la cual se vende más barata (cerca de 13 pesos el kilo) porque también llega a reciclarse.