Marcelo Ebrard encabezaría una misión casi imposible al coordinar los esfuerzos nacionales para llegar a un acuerdo con el republicano Donald Trump.

De todo el gabinete del presidente López Obrador, el ex canciller Marcelo Ebrard es quizá el político más formado, de mayor experiencia en la administración, una fuerte imagen política y uno de los más leales. Otra de las virtudes de Ebrard es saber escuchar y esperar. 

El político, ha estado al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) desde el inicio de la administración de AMLO; recordando el manejo de la crisis comercial y migratoria entre México y Estados Unidos, su actuación en la pandemia para negociar las vacunas contra la Covid-19 y distintos asuntos exteriores con países de América Latina y el mundo, gracias a todos estos logros, se ha colocado a Ebrard en una posición de privilegio en la escena política mexicana. 

En la última actividad oficial de su gira por Washington, D.C., en el año 2021, el canciller Ebrard y el embajador Esteban Moctezuma se reunieron con representantes de empresas globales de los sectores aeroespacial, farmacéutico, transporte, comercio electrónico, innovación y agrícola, entre otros, a fin de resaltar las oportunidades que se abren en el país con la recuperación económica pospandemia. 

También se reunió con Jake Sullivan, asesor del Consejo de Seguridad Nacional, los cuales acordaron continuar trabajando en una visión común para promover el desarrollo y las oportunidades en Centroamérica, a fin de buscar una solución de fondo al tema migratorio. 

Gracias a la trayectoria de Ebrard, resulta ser un buen candidato para dar buenos resultados, siendo que empezó su carrera desde 1985 el año del devastador terremoto que asoló la capital mexicana. El canciller demuestra su apoyo a las personas y lucha para brindar un mejor futuro a los mexicanos.