En las últimas semanas, el conflicto en torno al proceso de legitimación del Contrato Colectivo del Trabajo (CCT) de los trabajadores de la planta General Motors en Silao, ha estado bajo la lupa de los principales medios financieros, y es que lo que parecería un procedimiento regular en la vida sindical, se ha convertido en una cacería de brujas en contra del sindicato “Miguel Trujillo López” que actualmente representa los intereses de los más de seis mil trabajadores de la planta.

La jornada designada para la legitimación del CCT fue el pasado 20 de abril, sin embargo, el proceso fue suspendido por los representantes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, argumentando supuestas irregularidades y emplazando a una nueva fecha para la realización del proceso, el próximo 12 de junio. De acuerdo con testimonios de trabajadores de General Motors Silao, las irregularidades denunciadas fueron perpetradas por un grupo de extrabajadores aglutinados bajo el liderazgo de Israel Cervantes y la organización “Generando Movimiento”.

En medios y redes sociales ha circulado información acerca del respaldo que Israel Cervantes recibe por parte de Napoleón Gómez Urrutia y Pedro Haces, líderes del Sindicato Minero y la CATEM, respectivamente. Resulta interesante que el primero busca replicar en la planta de General Motors la táctica que lo llevó al exilio en 2006. Recordemos que Gómez Urrutia llegó a la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de la República Mexicana (SNTMMRM) en 2001, tras la muerte de su padre Napoleón Gómez Sada, líder vitalicio de la misma organización sindical. En un proceso totalmente antidemocrático, Gómez Urrutia se convirtió en el nuevo líder.

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Descontentos por la imposición al frente del sindicato, una facción de este, encabezada por Elías Morales interpuso una denuncia ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, obteniendo un laudo a su favor, por lo cual la Secretaría del Trabajo desconoció el liderazgo de Gómez Urrutia al no entregarle toma de nota. En febrero de 2006, el grupo de Elías Morales tomó por asalto las instalaciones del sindicato y sacó de ellas a los miembros del comité.

Elías Morales fue reconocido por el gobierno del entonces Presidente de México, Vicente Fox, como líder del SNTMMRM y poco después se dio a conocer el desvío de más de 54 millones de dólares que fueron entregados en un fideicomiso al sindicato para su reparto entre la base de trabajadores. Esta denuncia llevó a Gómez Urrutia a exiliarse en Canadá. Cabe señalar que, en su momento, el actual Senador por Morena acusó de ser objeto de persecución política por parte de Grupo México bajo la venia del gobierno foxista. Asimismo, señaló que Elías Morales, expulsado del sindicato en 2004 por traición de acuerdo con el mismo Gómez Urrutia, fungió como títere de los intereses de estos grupos quienes buscaron imponer una dirigencia acorde a sus intereses.

15 años después, y desde una cómoda posición de poder bajo el cobijo que le ha brindado la 4T, Napoleón busca emplear en contra del Sindicato “Miguel Trujillo López” la misma táctica de persecución política usada en su contra. Para ello, ha impulsado a Israel Cervantes, quien a no pertenece a la planta laboral ni al sindicato, para generar escisión y acusar a los actuales líderes del mismo cargo que él fue imputado: un liderazgo antidemocrático. De no funcionar la táctica empleada para sacar al actual sindicato a través del proceso de legitimación, no resultará extraño que apoye un asalto al sindicato como en su momento realizó Elías Morales en su contra además de intentar levantar cargos penales en contra de la actual dirigencia.

Vemos así que, como ya sentenciaba Marx, la historia se repite dos veces, primero como tragedia y la segunda como farsa.

Israel Cervantes, líder de la facción sindical Generando Movimiento

Fuente: Redacción