El ex trabajador y secretario general de la CROM en el ingenio San Nicolás, busca cobijo durante toma de protesta del dirigente de la CNPR
Como se ha mencionado anteriormente, el otrora trabajador y secretario general de la CROM en el ingenio San Nicolás, Agustín López Martínez “La Chancla”, sigue perdiendo el control y liderazgo de sus agremiados, quienes se han inconformado a través de las redes sociales, por el descuento de cuotas por parte de su dirigente sindical, para cubrir el pago de sus servicios personales, tanto jurídicos, como mediáticos.
No resulta extraño que las publicaciones pagadas a pseudo periodistas que cubren la región cañera sean constantes, pues todavía tiene la mina de oro que usa en beneficio personal, el control de las cuotas sindicales de los trabajadores de planta permanente y eventuales que dice representar.
Es tan evidente el pago de las transmisiones en vivo en redes sociales, disfrazadas de entrevistas, que incluso, el pseudo periodista debe corregirle lo que dice a “La Chancla”, pues ya no sabe que decir, ni que hacer para contrarrestar la pérdida de credibilidad en su desdibujada figura.
Muestra de ello es que Agustín López se atrevió a asistir a la toma de protesta de Dionisio Cervantes Luna, como nuevo líder de la CNPR del mismo ingenio San Nicolás, para mostrarse arropado y fortalecido por la base trabajadora, aunque de otro sindicato.
Y es que no conforme con que lo mandaron a la fila de atrás durante el evento, anduvo persiguiendo, junto con José Rivera y sus compinches, al recién embestido líder sindical, para tomarse una foto con él y ratificar públicamente que sigue presente en la vida obrera del ingenio.
Lo cierto es que no pasó mucho tiempo para que los mismos trabajadores del ingenio le sacaran sus trapitos al sol a “La Chancla”, evidenciando lo anteriormente mencionado y señalándolo directamente como responsable del cierre de la empresa por casi un mes, dejando a muchas familias sin sustento.
Por si fuera poco, le hicieron ver que ya no sirve como lider y que son conscientes del uso indebido de las cuotas sindicales para el pago de sus abogados, además de intimidar a su segundo José Rivera.
Tal vez sea por todo eso que los trabajadores ahora cantan, silban y tararean constantemente el éxito del fallecido Charro de México, Antonio Aguilar, diciendo, “…que la chancla que yo tiro, no la vuelvo a levantar”.