¿Tu negocio tiene una estrategia empresarial? Te decimos los puntos más relevantes a cubrir

Las empresas que cuentan con una planificación sólida tienen 64% más de probabilidades de éxito en la implementación de iniciativas clave.

En un mercado tan competido y que se mantiene bajo un constante cambio, las empresas necesitan adaptarse a las necesidades de sus clientes y usuarios, aprovechar las nuevas tecnologías e innovar para poder diferenciarse de sus competidores, pero para que esto pueda funcionar, los negocios deben definir un rumbo que les permita tener una mayor efectividad, es por ello se requiere diseñar una estrategia empresarial.

La estrategia empresarial es un plan específico en el que se definen acciones y tácticas que se deben ejecutar de manera detallada para que se alcancen los objetivos que se trazan con el tiempo y de esta forma se obtenga el crecimiento que se espera, de hecho, un estudio de Harvard Business Review, indicó que las empresas que con una estrategia sólida tienen 64% más probabilidades de tener éxito en la implementación de iniciativas clave.

La definición de estrategias debe considerar un horizonte de tiempo a largo plazo, es decir, desarrollar planes estratégicos a cinco o más años; así como evaluarlas continuamente; las cuales deben ser flexibles para adaptarse a los cambios del mercado”, comentó Montserrat Tielve experta en Estrategia de Negocios en Dialogus.

Así mismo, las organizaciones requieren anticiparse a tendencias emergentes, cambios regulatorios y evoluciones en el mercado, para diseñar estrategias que permitan a las empresas mantenerse vigente.

El desarrollo de estrategias empresariales puede variar según la industria, la antigüedad y el tamaño de la empresa, pero hay algunas que funcionan y se adaptan casi en cualquier escenario, en este sentido, la consultora de negocios Dialogus señala cuales son de gran ayuda para que las empresas logren un mayor beneficio.

  1. Costos y beneficios: Realizar un análisis detallado de los costos y beneficios de trasladar o expandir operaciones, por ejemplo: costos laborales, logística, impuestos, regulaciones, entre otros.
  2. Identificación de mercados: Identificar los mercados objetivo que ofrecen un potencial de crecimiento sólido y una demanda adecuada para tus productos o servicios.
  3. Optimización de la cadena de suministro: Revisar y optimizar la cadena de suministro para garantizar la eficiencia en la producción y distribución de los productos.
  4. Adaptación de productos y servicios: Asegurar que los productos o servicios se adapten a las necesidades y preferencias locales del mercado objetivo.
  5. Cumplimiento normativo: Comprender las regulaciones comerciales y garantizar que la empresa cumple con todas las normativas.
  6. Desarrollo de capacidades: Invertir en la formación y el desarrollo de las habilidades de la fuerza laboral para garantizar que cuentan con el talento necesario para operar con éxito.
  7.  Tecnología y digitalización: Utilizar la tecnología para mejorar la eficiencia y la comunicación, incluyendo sistemas de gestión y plataformas de comercio.
  8. Diversificación de proveedores: Diversificar proveedores para reducir la dependencia de una única fuente y mitigar riesgos.
  9. Estrategias de marketing y ventas: Diseñar estrategias de marketing y venta adaptadas al mercado, considerando el comportamiento del consumidor.
  10. Gestión de riesgos: Desarrollar planes de gestión de riesgos como desastres naturales, precio, problemas geopolíticos, etc.
  11. Medición de resultados: Implementar métricas y KPIs para medir el rendimiento de la empresa. 

Beneficios de la estrategia empresarial

Para que la implementación de las estrategias empresariales sea efectivas, no sólo se necesita de una buena planeación, es importante que las organizaciones sepan transmitirlas a todos los colaboradores para que se puedan materializar de la forma correcta.

El desarrollo de esta planificación debe ser continuo, sobre todo en la actualidad con un mercado complejo, cambiante e impredecible, por lo que no se debe esperar que una estrategia diseñada desde hace mucho tiempo sea válida para las condiciones actuales, es necesario saber reaccionar a tiempo y adaptarse.

Entre los beneficios que una empresa puede encontrar en las estrategias empresariales son: tener una mejor dirección y enfoque, una toma de decisiones más informadas, la optimización de recursos, la oportunidad de identificar mejores oportunidades, tener una mitigación de riesgos, generar un mayor compromiso en la organización y una medición adecuada del progreso.