La empresa Alemana Volkswagen podría cerrar diversas plantas en el mundo por una crisis financiera, principalmente en Alemania y México.
La automotriz alemana Volkswagen atraviesa una crisis financiera sin precedentes, que la obliga a considerar el cierre de plantas en Alemania y en México. Los altos costos de energía y mano de obra, sumados a la feroz competencia de las marcas chinas, han puesto en jaque al fabricante europeo, que no ha cerrado una planta desde 1988.
La presión se hizo evidente esta semana cuando Volkswagen reveló la posibilidad de despidos, algo inaudito desde 1994, cuando la compañía se comprometió a mantener la estabilidad laboral hasta 2029. Sin embargo, la situación económica ha llevado a la firma a reconsiderar este acuerdo de 30 años, dejando a miles de empleados en la incertidumbre tanto alemanes como mexicanos.
Además de los altos costos, Volkswagen México (en Puebla) enfrenta una creciente pérdida de mercado a manos de las marcas chinas, que se han posicionado como opciones más accesibles y tecnológicamente avanzadas, afectando particularmente mercados clave como Estados Unidos y México. El jefe de la marca Volkswagen, Thomas Schaefer, señaló que la situación es extremadamente tensa y que no se resolverá con simples medidas de reducción de costos, mismas que ya les dieron como resultado un panorama no muy alentador.
Los inversores también han reaccionado negativamente, reflejando su preocupación en una caída del valor de las acciones de Volkswagen de casi un tercio en los últimos cinco años. Este escenario coloca a la compañía en una posición difícil, obligada a tomar decisiones drásticas para garantizar su supervivencia, incluso a costa de cerrar plantas y revisar acuerdos históricos con sus trabajadores.