La enciclopedia digital mantendrá bloqueados sus contenidos hasta mañana a las doce del mediodía, cuando el texto se votará en el Parlamento Europeo
La propuesta de reforma de la directiva europea sobre derechos de autor, que se votará mañana, 5 de julio, a las doce del mediodía en el Parlamento Europeo, ha sido recibida con hostilidad por la Fundación Wikimedia, organización sin ánimo de lucro que promueve la enciclopedia digital Wikipedia. Como protesta ante ella, de hecho, ha anunciado en un comunicado que su portal de contenidos permanecerá cerrado a lo largo de todo el miércoles y hasta la hora de la votación. La propuesta, más en general, ha desatado polémicas feroces que trascienden el Parlamento Europeo: asociaciones de creadores, discográficas, colosos digitales como Google o Facebook, activistas de la libertad en Internet, académicos o gurús llevan meses defendiendo sus argumentos a favor o en contra de la reforma, y atacando sin piedad el bando contrario. Todo, con tal de condicionar el incierto voto de mañana jueves en Estrasburgo.
La comunidad española de Wikipedia afirma en su comunicado que esta propuesta, de aprobarse, «dañaría significativamente la Internet abierta que hoy conocemos», al «amenazar la libertad en línea e imponer nuevos filtros, barreras y restricciones para acceder a la web». Aseguran que, de aprobarse en su versión actual, esta iniciativa provocaría que «acciones como compartir una noticia en redes sociales o acceder a ella a través de un motor de búsqueda se harían más complicadas en Internet», y que incluso «la propia Wikipedia estaría en riesgo».
Dicha reforma ha generado grandes controversias en torno a dos artículos de la directiva, el 11 y el 13, los cuales gestionan cuestiones como el derecho de los editores de medios a ser pagados cuando se emplean fragmentos de sus publicaciones y la creación de un filtro frente a la agregación de contenidos que violen los derechos de autor. Más consenso parece reinar sobre los artículos 14, 15 y 16, que refuerzan a los autores frente a los intermediarios que gestionan sus obras (como productores audiovisuales, discográficas o editores): la UE pide más transparencia, una retribución más justa para los creadores y proporciona a estos más facilidad para llegar a un arbitraje o retirar los derechos de explotación en el caso de no estar conforme con la gestión del intermediario.
Los principales eurodiputados responsables de la iniciativa han asegurado hoy en una rueda de prensa que «Wikipedia se equivoca, pues esta propuesta tan solo afectaría a páginas web con propósito comercial». De todos modos, la edición francesa y la italiana de la enciclopedia digital también han cerrado temporalmente a modo de protesta.
Pero la iniciativa tiene también detractores en la Cámara europea. «Esta normativa no comprende en absoluto internet. Si hasta la Wikipedia decide cerrar, algo que no hace a menudo, por no decir nunca, significa que algo importante está en riesgo», ha comentado Julia Reda, eurodiputada del Partido Pirata. Además, ha añadido, esto es un incordio para los eurodiputados: «Todos la usamos mucho».
Fuente: https://elpais.com/cultura/2018/07/04/actualidad/1530694176_811190.html